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diciembre 07, 2025

1er Lugar

Del 20 al 23 de noviembre de 2025 participé por primera vez en el Watercolor Plein Air Contest, organizado por la International Watercolor Society México en San Miguel de Allende.

El festival reunió a acuarelistas de distintos países bajo un formato muy claro: tres categorías: Paisaje Urbano Nocturno, Paisaje Urbano Diurno y Gente de San Miguel. El jurado estuvo integrado por Juan Zaragoza (México), Darío Ccallo (Perú) y Vicente García (España). La logística, desde el registro hasta la entrega de materiales, fue impecable.

 A pesar de un camino complicado por cierres carreteros, salimos de Cuautla a las cinco de la mañana y logramos llegar puntualmente a las tres de la tarde a la Fábrica La Aurora. Alcanzamos sin contratiempos el registro y recibimos los materiales cortesía del evento, además del gafete que resultó fundamental durante todo el concurso.

Esa misma tarde llegó el primer reto: realizar un paisaje nocturno en San Miguel. El ejercicio fluyó bien; antes de comenzar alcanzamos a comer unos tacos que ayudaron a relajarnos después del viaje. Ya con el papel listo, me situé en el portal Allende, con vista a la iglesia y a la casa de Allende. El clima no favoreció el secado rápido, hubiera deseado que Hahnemühle no fuera el papel oficial del concurso, pero aun así la pieza pudo resolverse.

San Miguel de Allende tiene un significado especial en mi formación. En 2003 pinté por primera vez al aire libre en esta ciudad, junto a mi maestra Lorenza Capdevielle Van-Dick. Fue mi introducción formal al plein air. Volver ahora, con dos décadas de trabajo acumulado, y obtener un premio en mi primera participación en este certamen, cierra un ciclo importante que valía la pena documentar.

El viernes decidí trabajar junto al Centro Cultural El Nigromante. Aunque había pasado por ahí en ocasiones anteriores, lo que definió mi elección fue la luz que me recibió al llegar manejando: venía completamente en contra, creando un contraste que valía la pena explorar. Trabajé con manchas amplias, por zonas y capas, permitiendo que la acuarela hiciera lo suyo sin sobretrabajarla. En concursos así existe la tentación de impresionar con exceso de detalle; preferí una economía de medios, mantener blancos estratégicos y una técnica honesta.

En la categoría de Gente de San Miguel, el proceso fue similar, aunque más cómodo, sentado en una banca pública justo frente a los famosos churros San Agustín. Con las obras terminadas, finalmente pudimos relajarnos y esperar el domingo de premiación.

Horas antes de los resultados hubo un convivio muy agradable donde pude conversar con varios amigos acuarelistas e intercambiar puntos de vista. De pronto, una llamada por el sonido del lugar solicitó mi presencia: una de mis obras se había vendido. Para mi sorpresa, fue la pieza nocturna. Después vinieron agradecimientos y mensajes de los organizadores y autoridades. En ese momento llegó un gran amigo acompañado de su familia, quienes han apoyado mi carrera desde 2010. Fue una visita muy significativa.

Ya con la premiación en marcha y los nervios propios del momento, escuché los anuncios de tercer y segundo lugar. Finalmente llegó el turno de mi categoría más fuerte, Paisaje Urbano Diurno, donde me sentí especialmente cómodo. Y entonces: “El primer lugar se va a Cuautla: Rodrigo Chávez Salazar”.





IWS México forma parte de una red de más de 107 filiales internacionales coordinadas por Linda Whynman, Tere Lojero, Irina Yushmanova y César Gordillo. Participar en estos espacios tiene un valor que va más allá del reconocimiento inmediato. Es posicionamiento: cuando alguien busca acuarelistas mexicanos en circuitos internacionales, estos resultados aparecen. La coordinación fue profesional desde el primer día hasta el montaje final en Fábrica La Aurora. Un concurso bien organizado es, también, un concurso cuyos resultados se sostienen.

octubre 08, 2025

Festival Internacional Rios de Color II (El concurso de paisaje)

Un evento muy completo y profesional

    Del 25 al 28 de septiembre de 2025 se llevó a cabo un festival de pintura que incluyó diversos eventos y actividades. El programa contemplaba exposiciones individuales de artistas internacionales y una magna exposición colectiva internacional con premiaciones en distintas categorías.

    Dentro del festival se realizaron cuatro concursos de pintura rápida: paisaje "Plein Air", bodegón, retrato y abstracto. Yo participé en dos categorías: paisaje y bodegón.

    Para el paisaje debíamos llegar a cierta hora para que los organizadores nos firmaran el soporte y nos asignaran un número de concursante. Esto con el fin de que los jueces no tuvieran sesgos al momento de calificar. Divididos en dos grupos, yo participé en la primera tanda de concursantes, ya que el día pintaba para ser lluvioso por la tarde.

    A las 11 de la mañana me encontraba acomodando mi caballete o más bien tripié y colocando el papel en su sitio. A los veinte minutos de haber comenzado llegó una persona con sus dos perros, uno que aparentaba ser un bóxer y otro pequeño. Esta es una situación normal al pintar al aire libre, enfrentarse a adversidades que en el estudio no suceden. Estos animales estuvieron rondándome ya que querían tomar del agua que utilizaría para pintar, lo que me hizo perder algunos minutos lidiando con el mal humor de la dueña que no controlaba a sus mascotas. Ni qué hacer, estas cosas suceden.

    Ya con esto librado, continué con el proceso creativo. El dibujo tomó aproximadamente una hora en total, y comencé con las primeras manchas en el papel, siempre de claro a oscuro en acuarela. Sin problema, tuve el tiempo de crear la obra.

    Estábamos pintando junto a la Universidad Panamericana, lo que daba vida al lugar ya que caminaban cantidades de jóvenes que ocasionalmente se acercaban a hacer algún comentario o simplemente a observar.

    De una ventana atrás de mí se asomaron dos estudiantes casi al término del tiempo. Lo recuerdo porque me hicieron varias preguntas:

—¡Hey, el de azul! ¡Sí, tú! ¿Qué estás haciendo?

—Pintando una acuarela.

—¿Por qué?

—Es un concurso.

—¿Y qué ganas?

—Un premio y el gusto de ser de los mejores. ¡Tengo que terminar en 3 horas!

—¿A poco hiciste eso en tres horas?

—Casi, me quedan solo 10 minutos.

—¡Se ve increíble desde aquí, felicidades!

—¡Muchas gracias!

    Así sucedió esta interacción con las dos jóvenes a una distancia de unos 10 metros. Me dispuse a terminar los últimos detalles posibles para entregar en tiempo y forma y no arriesgar mi participación.

    Una caminata de un kilómetro me llevó al lugar de la entrega: una casona del Instituto Mora que funcionaba como sede para otros eventos como las demostraciones, los stands de tiendas de arte y variados encuentros.

Pienso que cualquier participante de clase mundial tuvo una buena impresión de nuestro país.

custodiando un eppens, acuarela de rodrigo chavez

Rodrigo Chavez pintando una acuarela

marzo 05, 2025

Cholula

 


Noviembre de 2024. Viajé a Cholula para participar en un concurso de acuarela. Era el segundo evento de este tipo en México y honestamente, iba sin muchas expectativas. Solo quería pintar y disfrutar el momento.

Nos dieron 4 horas para hacer una obra completa al aire libre. Éramos 57 artistas de diferentes lugares. El ambiente era bueno, todos concentrados en su trabajo, aprovechando el tiempo.

Empecé midiendo y haciendo el dibujo base. Eso me tomó como una hora. Después preparé el papel y comencé con la acuarela. Pintar afuera tiene su gracia porque tienes que trabajar con la luz que hay, el viento y todos los factores externos. Pero es precisamente eso lo que hace especial este tipo de pintura. Los organizadores hicieron bien su trabajo y todo estuvo muy bien organizado.

Al final gané el segundo lugar. Me sorprendió bastante porque había mucho talento ahí. Después de eso me llamaron de algunos periódicos locales y hasta salí en la radio contando la experiencia. Conocí gente interesante y me llevé buenos recuerdos.

Lo más valioso fue confirmar algo que ya sabía: vale la pena participar en este tipo de eventos. No solo por los premios, sino por todo lo que aprendes viendo a otros artistas trabajar, por las personas que conoces y por sacarte de tu zona de confort.

En México apenas estamos empezando con estos concursos de pintura al aire libre. En otros países los hay cada semana. Aquí vamos despacio, pero vamos bien.

Hay talleres y espacios para aprender si estás empezando. Lo importante es dar el paso y no quedarte con las ganas.